DR. TELMO HIDALGO DIAZ.- ESBOZO BIOGRAFICO
Escrito por el Dr. Alexis Sánchez.
SINFONIA EN ROJO
MAYOR
Finalizaba el
mes de mayo de 1927. En este país de estaciones, caracteres y temperamentos
volubles, se anticipó el estío, y los primeros huracanes hicieron la excepción
de traer a un hombre de carácter y temperamento firme, con espíritu más brioso
que el huracán mismo, y un alma cuya
cosecha será más abundante que las tempestades oceánicas…
Terminó la
escuela en su tierra natal, Sangolquí, en medio de una situación de hogar
bastante precaria, que le incentivó a tomar la hoz, para desbrozar un
intrincado follaje de adversidades; y el martillo para esculpir una
personalidad y colocarla en las más altas cimas de la cultura. Si no es herejía
académica, en estos tiempos de especializaciones técnicas, hablar de un
Enciclopedista siglo XX, él estuvo muy cerca de serlo, si es que no lo fue. Su
sacramento constituyó el desposorio del conocimiento con la integridad.
Su caso es raro
y su mérito muy grande, porque, a diferencia de las personalidades
intelectuales y de los casos de maestría, en cuyas trayectorias encuéntrase uno
o más mentores o patrocinadores notables: algún iniciado o instructor
destacado, algún docente de nombradía; el mismo aceptaba que no tuvo ninguno;
pero, el generoso obsequio que la Naturaleza encerró en su cápsula craneana dio
al ecuador y a la América económicamente sojuzgada, un conductor libertario sin
Maestro, suerte de Aristóteles sin Platón o Platón sin Sócrates.
Algo explica:
uno de los sueldos, mínimo, gasta en adquisición e importación de libros de
sociopolítica y doctrinas económicas. Por lo que llega a formar una biblioteca
especializada, a pesar de que muchas joyas bibliográficas fueron
vergonzosamente incautadas en abuso de poder de las dictaduras. Unas pocas recuperó;
las más, no compasivamente, decía:
“ojalá quieran
leerlas; si lo quieren, quizás puedan y si lo pueden, tal vez lleguen a
vislumbrar y a valorar lo que es otro
estado de conciencia; cada libro perdido, yo repongo leyendo tres”.
En efecto,
mientras la vulgaridad se distrae en frivolidades ó con la TV, “La caja
idiota”, él se consagra con unción apostólica a estudiar hasta la madrugada.
A esa hora,
cuando no hay sobre la ciudad ni rostro soñoliento ni majadero bostezante,
sino, tal vez, uno que otro intelectual sumido en sus cavilaciones, rotando
como luciérnaga fantástica en torno a la lumbre del pensamiento, él se recuesta
levemente, pues a las seis de la mañana está en pie, haciendo uno que otro
ejercicio físico científicamente escogido y, con la lozanía de un jazmín, se
cala la virtud en papeles bajo el brazo y sale rumbo a la cátedra en la
Universidad. Cuando el vago sigue moliente en su lecho, él ya está irradiando
el perfume de su sapiencia e irrigando de inquietudes de justicia social las
conciencias de la juventud.
Sin embargo, a veces, cambia de horario y se
acuesta más temprano: es cuando afronta serias dificultades. En su vasta
erudición, no podía dejar de leer algo sobre control mental y programación del
sueño. Dormido resuelve problemas y descubre panoramas que la vigilia no
alcanza. Insignes varones, recios conductores, fueron así: no descansan ni en
el sueño, cuando, aparentemente, descansan es para poder trabajar más
Conocía, por
ejemplo, que la siesta no sólo es fisiológicamente buena, sino que su tiempo de
duración se cuadruplica para rendir más por la noche, cuando en otras
circunstancias habría vencido el sueño. Por eso, la practicaba cuando podía y
la recomendaba. Las altas inteligencias son sinónimo de desvelo, enemigas de Morfeo. Realizan el
trabajo equivalente a múltiples vidas en una sola…
Varias Escuelas
y Facultades resultan beneficiarias del aporte ideológico, a través de materias
que domina con pasión:
(Para algo, trajinó
dos carreras simultáneas: Derecho y Economía; es Jurisconsulto y economista,
galardonado con los lauros del “Mejor Egresado” de ambas Facultades, en un
tiempo en que había sido difícil conseguirlo.)
Siguiendo la ley
de la Semejanza, la correspondencia natural, su alma de “Magíster” quiere
apasionadamente al “Alma Mater” y esa unión espiritual, que comparte con sus
trabajadores y campesinos, no podrá fragmentarla ni la muerte… La universidad
ejerce sobre él doble seducción: la del erudito y la del ideólogo sembrador.
Propugna que, si alguien no puede llegar a la universidad, la Universidad si
tiene que llegar a todo el pueblo.
A quienes,
pretextando erudición, censurando errores de la Casona, se jactan de no
necesitar de ella, de estar por encima de ella, con sobrada causa, los tilda de
“conciencias miserables”…
Y no le falta
razón. La universidad es del pueblo y para el pueblo, subsiste con dinero del
pueblo y en ella convergen todos los sectores sociales, virtudes y defectos del
pueblo. Quien se mezquina a ella, se mezquina al pueblo; quien insulta a ella,
insulta al pueblo. Si tan “grandes” son ¿por qué no devuelven su “grandeza” al pueblo?;
si tan “sabios” son, ¿ por que no reintegran su “sabiduría a la comunidad ?. Es
que no hay tal “grandeza” ni sabiduría en esas críticas, sino
ruindad…..salvemos algún caso excepcional. Lo que hay es mezquindad de
espíritu, debilidad interior para disciplinarse a estudiar, buscando pretexto
para no hacerlo, en tales o cuales fallas del quehacer universitario. Si tiene
alguna renta o, peor, un negocio con qué explotar la fuerza de trabajo ajena,
los pretextos serán más oportunos. Ser hombre universitario no es servirse de
la Universidad para obtener un título, incorporarse a la clase dominante y
explotar mejor, sino hacer vida universitaria, colaborar en la orientación y
solución de su polémica; DAR ALGO DE SI
PARA LA UNIVERSIDAD y para los marginados. Así fue el, con la diferencia de que
no sólo dio algo, sino toda su capacidad, toda su integridad, y hasta el último
día de su existencia II perdón: minuto I.
La versación ideológica y la integridad
extremada constituyen la cátedra
fundamental y el mayor aporte que ha de beneficiar a la juventud. La definición
data de los años juveniles, aunque el inicio de su trayectoria combativa
pulcra, en contra de la estructura del sistema capitalista, se inicia a raíz de
la revuelta del 28 de Mayo de 1944, -“La Gloriosa”-, tan ponderada y dudosa
como prontamente traicionada. Justamente la indecisión, que hizo a los
fundadores del Socialismo flaquear en las puertas del triunfo, abandonar la
vanguardia de la Revolución, e ir a traer de Colombia al viejo Caudillo cinco
veces Mandatario, le impulsa a separarse del Partido Revolucionario
Ecuatoriano” (PSRE), en el que militó hasta el fin. La estrategia política que
imprime a esa vanguardia es clara: acción encuadrada estrictamente en el
Marxismo- Leninismo, con el objetivo de lograr la segunda independencia (económica)
del tercer Mundo, evitando, a la medida posible, caer en una nueva dependencia. En esto será
intransigente, con el mismo vigor que ante el intervensionismo capitalista
exterior. Sabe, por Mitología, que las Musas cantaban al oído
de los héroes
que la gloria es efímera y jamás cede ante millonarios ofrecimientos y
alabanzas, muy merecidos por cierto, que recibe de otras vanguardias, en nombre
del “Internacionalismo Proletario”. En
cambio, él sí que sabe practicarlo: sin hacer de la ideología una cuchara (lo
que más ha desprestigiado, al político ecuatoriano), acepta dar su aporte
ideológico, su conocimiento fabuloso, a
todos los militares sinceros y honestos, de la línea que fueren. Es que él es
un científico social de Marxismo- Leninismo.
A todos trata de
“Compañero” y todos miran en él a un Compañero mayor, con absoluto respeto. Al
comienzo, le respetan sólo ellos, desgraciadamente… desgraciadamente. Los
opositores, los usufructuarios de una estructura económica de ignominia, los
ungidos por derecho antinatural para defoliar la riqueza del pueblo y
entregarla a los oligopolios nacionales y transnacionales, se sirven de
políticos secuaces y ejecutivos de turno para perseguirlo, encarcelarlo,
vilipendiarlo, mientras la compañera de su vida, su abnegada esposa tiene que
sublimar la virtud y obrar como el soldado ante la cruda adversidad del frente:
abandonarlo para poder sostenerlos; hasta reagruparse, hasta reaprovisionarse y volver a la carga. Es
táctica. A esa táctica tuvo que recurrir ella, buscando empleo privado para
sobrevivir y ayudarle a combatir… Mezquindades de sociedades inmaduras, de las
democracias en polluelo, que empiezan a salir de un cascarón todavía revuelto
en biomasa… Pero, él se sacude y queda impoluto como el ave. Así es la política de los años 50 y
60, de cuyas páginas de editorial la historia tiene colmado un álbum de
vergüenza, sobre retaliaciones descargadas
contra el hombre, por querer una Patria libre de la opresión capitalista
y trabajar por la clase oprimida. Tratan de disuadirlo, de probar su integridad
por todos los caminos: cargos aptos para la extorsión, el peculado, de alta
gestión y hasta de servicio exterior. El
oye con desdén y rechaza argumentado con
suma cortesía. La única función pública, que llega a desempeñar es la de Diputado por sus trabajadores. La H.
Cámara se convierte en otro estrado denunciador de honestidad combativa. Más,
las sociedades embrionarias, culturalmente insanas, son definitivamente
adversas para los honestos. Llegaron hasta confinarlos en Galápagos: convivir
con las tortugas… Más, no en vano se dice que “mientras más negra está la
noche, más cercana se encuentra la alborada”. Y hay que reconocer que aquella
fue la primera tentativa de una alborada de dignidad y madurez política del
Estado al servicio de una clase, pero con disfraz “democrático”. Los opositores
involuntarios, sus perseguidores por obligación, los uniformados, empiezan a
descorrer el velo de la figura maligna prefabricada por los peces gordos del
sistema, a descubrir la imagen auténtica del ideólogo robusto, íntegro, y ante
todo, la del hombre justo y bueno. Empiezan a conocerlo por impensados ángulos
de Zoología, Botánica y Geofísica. Sabe datos sobre flora, fauna e historia
volcánica de las islas, que ignoran aún los científicos que allí se encuentra.
El confinio se convierte en una cátedra in situ, que arranca de los remotos tiempos
de formación de la tierra, y deja estupefactos a sus propios captores y no
captores.
Sumido en la
deleitación de aquellos confines paradisíacos, soñando en la liberación
económica y en la justicia social de Latinoamérica; en que, algún día, el prodigio
de los recursos naturales beneficie a todos los marginados y alcance a todos
los hombres del mundo, le sorprende un avión de combate en vuelo rasante. Es
una nave que la Fuerza Aérea Ecuatoriana pone a disposición para que regrese en
vuelo directo a la Capital, toda vez que su padre ha muerto. Gesto tan debido y
profundamente hermosos…
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